Hera dio a luz a Tifón sin intervención masculina, después entregó su vástago a la serpiente Pitón de Delos para que ella lo criase.
Como este engendro ambicionaba el dominio del mundo, atacó el Olimpo. Cuando los dioses lo vieron, huyeron despavoridos a Egipto, donde se ocultaron bajo la forma de diversos animales. Apolo se transformó en Milano, Ares en pez, Dionisio en macho cabrio, Hermes en ibis, etc. Solo Atenea y yo hicimos frente al engendro. En el monte Casio se entabló una feroz contienda entre yo y Tifón. Aunque al principio parecía que yo iba ganando , finalmente, Tifón consiguió arrancarme la hoz con la que le atacaba y armado con ella, cercenó los tendones , haciéndome perder toda su fuerza. Después Tifón metió los tendones dentro de una piel de oso y llevó el paquete a Cilicia. El paquete fue guardado en un lugar que llamado "gruta Coricia", bajo la custodia de la dragona Delfine.
Hermes y Pan rescataron los tendones y me los devolvieron.